lunes, 29 de septiembre de 2008

2ª EDICIÓN: UN LUNES, UN CUENTO


EL SABIO Y EL REY
Un Rey soñó que había perdido todos los dientes.

Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su
sueño.

- ¡Qué desgracia mi señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído
representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad.

- ¡Qué insolencia! - gritó el Rey enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme
semejante cosa? ¡Fuera de aquí!

Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había
soñado.

Este, después de escuchar al Rey con atención, le dijo:

- ¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada.

El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.

Se iluminó el semblante del Rey con una gran sonrisa y ordenó que le
dieran cien monedas de oro.



Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la
misma que el primer Sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien
latigazos y a ti con cien monedas de oro.

- Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Sabio - que
todo depende de la forma en el decir... uno de los grandes desafíos de la
humanidad es aprender a comunicarse.

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