-->
Pasaron por
mi, en milésimas de segundo, miles de mujeres, unas conocidas en el andar por
la vida y otras en las letras de los libros y periódicos. Y cuando digo miles,
no estoy utilizando ningún recurso literario, por eso llegué tarde…
Con
el cuerpo en el suelo, sentía el frío agudo en mi sien, me vino bien por dos
motivos; el primero, es que no dejaban de pasar mujeres y mujeres por mi mente
y, el segundo, quizá más importante, porque no dejo de pensar en la violencia
psicológica, cómo descubrir a quién la ejerce y cómo hacerlo ver a las mujeres,
mis mujeres, no lo olvidéis, que están cerca, muy cerca.
La
emoción, los abrazos, las miradas cómplices me hicieron sentir bien, yo sé que
apenas nos conocíamos, pero se cumplió lo que tantas veces he leído en los
libros, la sororidad.
Así
que no me queda más que agradecer el momento compartido con todas las personas
que lo hicieron posible. Gracias, ¡muchas gracias!
No hay comentarios:
Publicar un comentario